Catálogo de dobradiças rústicas

Bisagras rústicas para puertas

Las bisagras rústicas son un tipo especial de bisagras que destacan principalmente por su diseño y su estética particulares. De esta manera, se combinan aspectos de estética antigua o campestre para darle un aspecto formal y rústico a determinadas puertas o muebles principalmente de madera. Es por ello que, además de cumplir con funciones de apertura de distintos tipos de puertas, resaltan por su aspecto decorativo como los acabados en punta o los detalles de contorno , así como los grabados o los remates que proporcionan un aspecto castellano y tradicional.

Para conseguir este aspecto estético tan característico de las bisagras rústicas, uno de los elementos más considerables de este tipo de bisagras son los materiales de los que están hechas. Ya que este tipo de bisagras están hechas con materiales tradicionales para conseguir mantener la estética del pasado: latón, bronce, acero o el más típico de todos que es el hierro forjado (de ahí que exista un tipo tradicional de bisagra rústica que se denomina bisagras castellanas de forja ). Junto a los materiales, los acabados que se utilizan pretenden aparentar este aspecto rústico o envejecido simulando pintura desgastada, óxido o manchas artificiales.

De esta manera, son muchos los lugares en los que se utilizan este tipo de bisagras, tanto por su fácil instalación como el aspecto y diseño que generan. Destacan las bisagras rústicas en las puertas y portones de madera, así como las bisagras rústicas para muebles clásicos como baúles o cofres así como ciertos tipos de armarios. Además, el acabado clásico que proporcionan las bisagras rústicas negras son idóneas para puertas de entrada, muebles rústicos e incluso proyectos de restauración. Así pues, son la mejor opción para aportar un aspecto estético único y diferenciador.

Instala nuestras bisagras rústicas

El procedimiento para instalar las bisagras rústicas, pese a su aspecto estético diferencial, no varía respecto a otras bisagras tradicionales. Antes de comenzar es importante tener los materiales necesarios para poder llevar a cabo la instalación (tornillos, taladro, lápiz para marcar…). El posicionamiento y el montaje de las bisagras rústicas es similar al de cualquier otra, teniendo en cuenta la ubicación de la bisagra y la importancia de alinear los agujeros con las marcas hechas según la posición de la bisagra. Una vez la bisagra esté sujeta con los tornillos, solo faltará llevar a cabo el montaje del marco (teniendo en cuenta que esté alineada con los agujeros del montaje) y ajustar la puerta para ver la relación de la puerta y el marco. Finalmente, comprobar abriendo y cerrando la puerta que el movimiento es correcto. Si fuera necesario, se pueden llevar a cabo ciertos ajustes finales para mejorar el funcionamiento e incorporar un acabado adicional como barniz o pintura.